Siempre me ha gustado caminar sobre colchones. Trato de
convencerme de que me encuentro bajo la protección de unos ángeles, unos héroes
que velan por mi y que me aseguran que todo me saldrá bien.
De hecho no creo que sea todo la culpa mía, es a lo que me
he acostumbrado, es lo que se me trataba de transmitir y es con lo que crecí.
Recuerdo que hubo unos días, desde la ignorancia, en que no
me conformaba, y quería ser uno de ellos. No sé en qué punto olvidé la idea y seguí
refugiándome, pero como bien sabréis, eso no funciona siempre, porque como ya
dije: crecí.
Crecer no es solo hacerte más
alto o envejecer, crecer es despertar, y al despertar se me hizo más duro
observar a mis héroes. Pude ver su vulnerabilidad, pude ver que por más que
quieran no me pueden asegurar nada, que
no camino sobre colchones y que nada es como parecía.
Ahora ya no veo en ellos ningún
héroe, de hecho en ocasiones tengo la impresión de que les veo implorar, que ya
nada pueden hacer por mí. No sé si todo es cuestión de que ya he crecido o de
que ellos ya tampoco son los mismos, en cualquier caso es una realidad que debo
asimilar.
Puedo verlo en sus ojos, como
me lo dicen, “es tu turno chico”, y es entonces cuando lo veo claro, se
acabaron los tiempos de héroes y tal vez se acerque el momento de que yo sea
uno de ellos para alguien, no me termina de gustar la idea la verdad, pero no
hay otra salida, o todo su trabajo no habrá tenido sentido.
Eso es crecer. Por estos lares por donde nosotros nos movemos crecer es igual a desilusión. Una vez más tú le das la vuelta a la cuestión para no caer en algo negativo y te creas un propósito para seguir luchando y salir adelante ;) Llegarás a ser el héroe de alguien, aunque sea de ti mismo, estoy casi segura de ello :P
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