¿Estas ahí? ¿Puedes oírme? ¿Por
qué no respondes?
Ya ni siquiera estoy seguro de
que estés al otro lado, apenas se si oigo tu respiración o solo me la imagino,
y tu risa, esa carcajada tuya, se me hace tan real…
En ocasiones, cuando bajo la
cabeza y cierro los ojos siento que me susurras algo, rápidamente me vuelvo
miro hacia todas partes y no veo nada,
tu voz se aleja con el viento y vuelvo a verme solo en mitad de la calle. Entonces
camino más deprisa, con impotencia, con fuerza, con rabia, cada vez más rápido,
hasta verme corriendo como una liebre que escucha disparos.
No pienso parar, hasta que
tropiezo y caigo de rodillas. Cierro mis puños y los golpeo repetidamente
contra el suelo, es cuando me oigo
gritar “¡JODER! ¡JODER! ¡JODER!” una y otra vez. Mi voz clama: “¿DÓNDE TE HAS METIDO? ¡Se qué estás
en alguna parte! ¡No sé qué es lo que quieres, pero quédate o márchate de una
vez si no tienes nada que decirme!”.
Respiro un poco y retomo mi
monólogo, gritando más que nunca: “¿CREES QUE TE NECESITO EH? ¡Siempre he
estado perfectamente sin ti! ¡DEJA DE OCULTARTE O DÉJAME EN PAZ!”. Entonces rompe
a llover, como única respuesta… Me levanto tambaleándome y me río de mi mismo,
hasta que vuelvo a preguntarme ¿Por qué no respondes?
https://www.youtube.com/watch?v=76WJJ57YoG0
Parace que al final acabamos necesitando aquello que ni tenemos...
ResponderEliminarPrecisamente por eso lo necesitamos
EliminarLa respuesta la tienes que dar tú.
ResponderEliminarQué profunda yo eh! ¬¬'